Probablemente la película rodada en Almería más ambiciosa de la década, sin duda la más interesante, en una localización, además, no tan explotada como cabría pensar: Mojácar que aparece, además, como la propia Mojácar. El director argentino Adolfo Aristarain ya conocía Mojácar de un rodaje anterior, para la serie Los camioneros, y se acordó de la misma para esta película, a pesar de haber pasado casi 25 años entre un rodaje y otro. La película tara de los problemas de identidad de un joven (Juan Diego Botto) marcado por la personalidad de su padre (Federico Luppi), un director de cine que vive en España (en Mojácar) con su nueva amante (Cecilia Roth) y su mejor amigo Dante (Eusebio Poncela). Este cuarteto de protagonistas deambularán durante la película aportando sus pensamientos, opiniones y visiones acerca de la vida.
Martin (Hache) obtuvo 4 nominaciones al los Goya (película, director, actriz y sonido) aunque finalmente tuvo que conformarse tan solo con el de Cecilia Roth como mejor actriz.