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Vera

Me Gusta Almería!!

Además de los pescados de la zona, Vera tiene varios platos típicos como gurullos con conejo, torticas de avío, ajo colorao, guiso de pelotas, olla de trigo, solomillo de cerdo al estilo mudéjar, tarta borracha de los Padres Mínimos de Vera, bizcocho de dátiles, pelotas o Tortas de aceite

Historia:

El emplazamiento actual de Vera no es el que tuvo primitivamente. Al principio se asentó sobre el lugar que hoy ocupa Villaricos, junto al mar. Con la llegada de los árabes se trasladó al cerro del Espíritu Santo, donde fue destruida por un terremoto en 1518. Cuenta la leyenda que la reina Isabel la Católica subió al cerro en el que quedaban las ruinas de la ciudad y desde allí disparó una flecha, ordenando levantar el pueblo en el lugar en el que la flecha fue a caer.

Vera es un importante crisol de culturas que abarca dos milenios de historia, desde la Barea cartaginesa, la Baria romana y musulmana hasta el nacimiento de la Vera actual. Todo ello ha quedado recogido en el Archivo Histórico Municipal (uno de los más importantes del sur de España) y además reflejado en los yacimientos arqueológicos de Villaricos, en Cuevas Del Almanzora (Baria, Barea) y los vestigios del Cerro Espíritu Santo, donde se encuentra sepultada Vera "La Vieja".
Bajo el dominio musulmán, la población se trasladó de la costa al interior, en el Cerro del Espíritu Santo. Fue reconquistada en 1488 por Fernando el Católico. El ejército cristiano planta sus reales en las inmediaciones y allí acudirán a prestar juramento de fidelidad los moros de las poblaciones de la comarca. En 1494 los Reyes Católicos le concedieron el título de muy Noble y muy Leal Ciudad, fueros y reconocimiento como ciudad.
En 1518 sufrió un terremoto extraordinariamente violento, que produjo 150 muertos y devastó totalmente la población, por lo que se trasladó al sitio actual. Tres de los habitantes que quedaron, tras el consentimiento de Carlos I de reconstruir la ciudad, lanzaron una flecha y donde cayó, hicieron levantar el pueblo. La nueva ciudad se edificó en 1520 y tenía planta cuadrada, cerrada por muros guarnecidos por ocho torres con almenas. Fue entonces cuando se levantaron la iglesia-fortaleza de Nuestra Señora de la Encarnación, sobria en el exterior y gótico-mudéjar en su interior (al ser una Iglesia fortaleza, en el subsuelo tiene un acuífero que se empleaba para beber en caso de tener que guarecerse allí debido a una guerra. No posee un cementerio como el resto de iglesias, así que junto con la de Sevilla, son las dos únicas iglesias españolas con un acuífero debajo del suelo), la iglesia de San Agustín, la ermita de la Virgen de las Huertas y la Plaza Mayor, corazón de la ciudad.
Durante los S. XVI y XVII las sublevaciones de los moriscos y las incursiones berberiscas provocan la inseguridad y las penurias hasta la expulsión de los moriscos.
En el siglo XVIII, los intentos de modernización dieron lugar a la creación de la Sociedad de Amigos del País (la 2ª que se crea en Andalucía y la 4ª en España).
El siglo XIX también fue una época dura para la ciudad debido a las epidemias, la guerra contra los franceses y la represión absolutista.
El siglo XX trajo al municipio un nuevo desarrollo económico de mano de la minería, en Sierra Almagrera (Cuevas Del Almanzora), de la floreciente agricultura y, actualmente, de un turismo creciente y de una industria emprendedora.

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